TAURO
André Barbault
Continuamos con la descripción de los signos zodiacales, por André Barbault.Ahora el turno le corresponde a Tauro. Hemos agregado la imagen del personaje mencionado por él al final, y la gráfica de su carta natal para ilustrar los rasgos puestos de relieve por el gran maestro francés.TAUROSimbolismo: Simboliza en la Naturaleza la condensación del impulso de Aries, la materialización de fuerzas creativas que se concretizan en la abundancia de formas, siendo esta segunda fase de la primavera la de la vegetación masiva, espesos céspedes, verdes pastos, flora, esencias vegetales y aparición de los primeros frutos. A imagen del bóvido, el nuevo ritmo va de acuerdo con la lentitud y estabilidad debidas a la pesadez, espesor y densidad de la materia. Pero esta encarnación es rica: se asimila a la tierra nutricia, a la Madre Naturaleza,fecunda por excelencia. Por lo demás, en él tenemos al signo más femenino, a imagen de la vaca, animal hiperhembra. Su naturaleza es de esencia venusina: es la paz, la alegría de vivir en la embriaguez de los sentidos, los valores de una Venus carnal, toda plena y vibrante de emanaciones terrestres,la Venus Genitora. La Luna, por su exaltación en el signo, participa también de esta naturaleza: la sustancia en toda su fecundidad se entrega a su poder de acción productiva. Psicología: El rasgo fundamental de la estructura psíquica deTauro es la secundariedad, a imagen del toro de abundantes formas, todo el poder amasado en la cerviz (analogía que asocia a Tauro con el cuello), que, trabajador perseverante,traza sin prisas su surco,en un esfuerzo paciente que supera toda resistencia. El movimiento adquirido por el pivote interior de la secundariedad deja a este tipo largo tiempo bajo el impacto de las impresiones recibidas,de las que guarda huella,dejando éstas en él largos rastros que cavan un pesado surco en las profundidades de su ser, el cual, a través del presente,siente, repiensa y cavila el pasado: es un"rumiante" psíquico. De ahí, fidelidad, constancia, apego, resistencia,paciencia, adaptación lenta, perseverancia, testarudez, rencor,machaconería, fijeza, obstinación, fuerza estática, poder masivo y concentrado ...Es,también, un instintivo,un ser sano,en contacto directo con la naturaleza universal. Sus instintos son imperiosos, sensualidad desbordante, bien instalada en lo real por un capital de salud que puede embrutecerlo en un egoísmo confortable. Estos instintos son, sobre todo, captadores: captan,absorben, como raíces en la tierra. Este tipo es, pues, sobre todo, un instintivo oral, lleno de deseos digestivos,inclinado a engordar,a tragar,a asimilar, a adquirir,a poseer, a conservar,a vivir lo más intensamente posible en el mundo del poseer. La exaltación de la vida es vivida a la manera sensorial,haciendo de él un dionisíaco: encantamientos terrestres, grandes voluptuosidades, amor por la tierra, la Naturaleza ...Dialéctica: El tipo Tauro oscila entre dos polos extremos.Una dominante fría (Saturno-Luna), hace de él, a imagen del toro pesado o de la vaca pastando pacíficamente su hierba,un lento de temperamento linfático-nervioso, vagotónico embotado por la pasividad vegetativa, algo pesado, inemotivo,de carácter plácido, tranquilo, monótono, inclinado a ser taciturno,a la melancolía o al pesimismo. La dominante caliente (Marte-Júpiter-Sol), a imagen del toro en la arena, hace de él un expansivo de temperamento sanguíneo, hiperemotivo y activo, lanzado a la velocidad del volante, optimista, excitable,de temibles cóleras, inclinado a las fuertes pasiones, a los desbordamientos y desconciertos del instinto. Estas dos oposiciones pueden coexistir.Destino: Según un caso u otro, la vida es calmada o tormentosa. Este tipo se encuentra inclinado a fijarse en la pasión del trabajo, del dinero o del amor. De tendencia constructora y estabilizadora, está predispuesto a volcarse en el trabajo, a las grandes tareas, en un esfuerzo intensamente constructivo; posesivo, se encuentra dirigido hacia la adquisición de bienes materiales, hacia el enriquecimiento; o, gran consumidor, puede lanzarse a una vida de placeres o a las grandes pasiones del amor, voluptuosidades, celos y tempestades pasionales.Catalina de Médicis es un caso representativo de Tauro,con la presencia del Ascendente, el Sol y la regente Venus en el signo, un Tauro cuya dominante Saturno-Capricornio refuerza la secundariedad del signo. Todos sus biógrafos señalan en ella la resistencia, la perseverancia, la paciencia con una obstinación que nada desalienta. Tras un largo aprendizaje en la Corte de Francisco I, a la que debe adaptarse, nada la descorazona, ni las humillaciones de Diana de Poitiers ni la indiferencia de su marido, el futuro Enrique II. Consagrando al infiel un extraño apego, una fría espera le hará saborear la hora en que su odio acumulado contra la favorita estallará como un huracán. Esta pesada florentina, enfundada en sus crespones y vestidos de luto, se encerrará en una viudez austera. Afirmándose pacientemente en la Corte tras haber superado su despecho, tanto tiempo ridiculizada y despreciada, la vemos elevarse, a grandes pasos, en el gobierno de Francisco II, después en la regencia que le da la minoría de Carlos IX. Afirmándose la pasión capricomiana-satumina del poder como suprema de su vida, pondrá una indomable obstinación en defender la unidad de la monarquía. Luchará, durante 25 años, para desmentir a sus astrólogos que le predecían la llegada de los Barbones, y no se resignará a admitir el fracaso de sus esfuerzos. A los 60 años, a pesar de su obesidad pronunciada (rasgo taurino, como su gula) y la gota, surca Francia,de ciudad en ciudad, de castillo en castillo, durante 18 meses, entre las mayores dificultades y, hasta la víspera de su muerte, sigue entretejiendo sus telas de araña para imponer su autoridad a Enrique III.
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