GEMINIS
Por
André Barbault
Simbolismo: Simboliza en la
Naturaleza tras la eclosión de Aries y
la encarnación de Tauro, la conquista aérea de la vegetación a través del
ramaje y la hojarasca, siendo esta tercera fase primqveral la de la plenitud de
la función clorofi1ica, en correspondencia con el aparato pulmonar, sede de la
función respiratoria, y con los miembros superiores, órganos de la motricidad.
Todo es dualidad en este signo .de Aire bipolar: los dos brazos, los dos lóbulos
pulmonares, aspiración y espiración, los dos brazos verticales de su ideograma,
los Dioscuros Cástor y Pólux, del símbolo. Es, también, el signo de los ritmos
rápidos y de los movimientos rápidos, de las relaciones estrechas con el medio
ambiente, así como de la vida del espíritu.
Mientras que Aries es hipermacbo y Tauro hiperhembra, Géminis es
andrógino, signo de la polarización, de la diferenciación de los dos principios
opuestos y complementarios. Su naturaleza participa de la esencia adolescente y
hermafrodita de Mercurio, principio de relación, de intercambios, de
movimiento, de adaptación, de comunicación, de interpenetración, de
cerebralización.
Psicología: La propiedad
dominante del signo es la primariedad asociada a la amplitud del campo de conciencia,
produciendo el "superficial amplio" de Otto Gross, que entiende, por
ello, esa amplitud virtual que presta a la conciencia una gran movilidad, pues
no proyecta en cada instante más que una ligera atención sobre las cosas, sin
insistir en la captación de las mismas; de ahí una débil huella en la
impresión, recorriendo el foco de la atención, en este caso una amplia
superficie de representaciones. Si Aries es el más impulsivo de los signos y
Tauro el más fijo, Géminis es el más móvil. Es un ser nervioso, más ligero que
una pluma y que vive en el aire, un ser rápido de humor cambiante, amante del
movimiento, sin poder estarse quieto, que necesita espacios abiertos y hecho para
el desprendimiento. Es, también, "junco pensante"*, un ser ágil,
flexible, ligero, hábil, adaptable, comediante, camaleón, que toca de todo un
poco, pícaro, malicioso, y, en consecuencia, inestable, ligero, a la vez en
todas partes y en ninguna, presa de la división interna y de los problemas que ésta
plantea.
Dialéctica: La primariedad se
combina de dos formas opuestas bajo el ángulo caracteriológico, de ahí dos
tipos posibles:
a) El tipo Cástor Emotivo-subactivo, correspondiente al Nervioso, a la
sensibilidad inestable, constantemente en movimiento, a la vivacidad de
sentimientos, a la búsqueda de emociones nuevas, al vagabundeo afectivo, a la
vida tironeada por impulsos sucesivos, pasiones desordenadas y cambiantes; ser antojadizo,
viviendo en una atmósfera febril y buscando un "presente" tan intenso
como maravilloso en lo posible.
b) El tipo Pólux Subemotivo-activo, correspondiente al Sanguíneo,
especie "de espíritu sin alma'' con una gran presencia de espíritu,
viviendo y actuando según su pensamiento, curioso, práctico, hábil,
oportunista, inventivo, irónico, sarcástico, espiritual, de corazón reseco. A
menudo, estos dos caracteres opuestos alternan o coexisten a dos niveles
distintos en el mismo sujeto, pero, en general, uno de ellos predomina.
* "L'homme est un roseau pensant", Pascal.
Destino:Posibilidad de poder pulsar
muchas cuerdas y predisposición a seguir un itinerario con destinos diversos,
cuando no a tomar, paralelamente, varias vías. Posibilidad de éxito por la
virtuosidad, por la trama de relaciones sobre todo, en particular, para
escribir, hablar, adaptar, transmitir, interpretar, traducir, intercambiar o
desplazar. .. Vida bastarite inestable e itinerante, al acecho de aventuras o
nuevas experiencias.
Ningún personaje de nuestra colección es representativo de Géminis;
ninguno, por lo demás, es nativo de este signo. De los tres Ascendientes
Géminis, solamente dos son significativos, al presentar Carlos VIII una marcada
constelación planetaria que borra su huella. En Francisco I, el signo participa
de la dominante planetaria: temperamento versátil, carácter volátil,
diletantismo, inteligencia rápida, viva, brillante, un poco superficial. "
... Captaba sin esfuerzo el fondo de los problemas que se le planteaban, y no
dejaba de estudiarlos, a continuación, para comprenderlos en profundidad. Pero
poseía una facultad de improvisación verbal cuya facilidad causaba admiración
... " "Ligero, inestable, abordando todas las cosas, pero
acariciándolas más bien que poseyéndolas, y satisfecho cuando había cogido la flor y gustado el perfume, era incapaz de esfuerzos
sostenidos y, si alguna empresa exigía meditación y cálculo, se dirigía a
quienes pudieran tomarla a su cargo por él. Extraordinariamente influenciable,
a la vez por pereza y por versatilidad personal, le vemos constantemente reflejar
una personalidad más vigorosa ... " 1.
CARLOS X
En Carlos X, el Ascendente Géminis se encuentra contrariado por una dominante
saturnina, aunque se le haya reconocido al nuevo Rey, de 67 años, un
"talante asombrosamente juvenil": "Era de esos viejos ligeros,
bastante parecidos a los niños que empiezan a sonreír. Ya antes de haber
acabado de llorar ... "2 El signo intervenía en mucha mayor cuantía
cuando, Conde de Artois, era un príncipe dandy y libertino. En la línea
monárquica de Francia,Margarita de Valois, con Sol, Luna y Mercurio en el
signo, ofrece más el ejemplo de una naturaleza Géminis.
l. Franfois I, por Augusto Bailly, A. Fayard, 1954, p. 311.
2. Charles X, Tomo 2, por P. DE LA GORCE, Plan, 1923.
Nota nuestra:
“Exiliado de Francia (Saturno, regente de IX oposición Neptuno en IV)
incluso antes de la Toma de la Bastilla, el conde de Artois fue uno de los
símbolos más notorios de la contrarrevolución (Saturno en Acuario en el MC), residiendo durante muchos años en
Gran Bretaña hasta que la caída de Napoleón Bonaparte le permitió a su hermano
Luis XVIII ascender al trono de Francia.”
“Durante el reinado de Luis XVIII de Francia, el futuro Carlos X
representó la rama más extremista del conservadurismo, liderando en secreto el
partido ultramonárquico (Saturno en el MC en oposición a Neptuno en Leo, Casa
IV), del cual se decía que era «más monárquico que el rey». Al contrario que el
Rey, que se mostraba conciliador y perdonó a los partidarios de Napoleón
Bonaparte, el conde de Artois abogaba por el castigo a los participantes de la
Revolución, que daría lugar al llamado Terror Blanco.”
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