MATRIMONIO Y MORTAJA, DEL CIELO BAJAN...Y LOS HIJOS TAMBIEN!
Por Alan de Los Mares
Desde Bogotá Colombia
Desde Bogotá Colombia
En los
tiempos que corren, la astrología cuenta con un enemigo acérrimo y poderoso, cuyos feroces ataques son peores y mil
veces más peligrosos que el indiferente desdén que manifiesta la ciencia
“oficial” por este saber arcano. Me refiero a las iglesias “cristianas” protestantes
y sus terríficos neo inquisidores, los “Pastores”, quienes fulminan, con verbo incendiario, diatribas, anatemas y
condenas contra toda forma de religiosidad o pensamiento heterodoxo que amenace
disminuir y dispersar su numerosa grey de borregos –vacía de genuina
espiritualidad-, mantenida cautiva a expensas de la ignorancia y la fe ciega y fanática, sometida a estricto, severo y absoluto
control mental a fuerza de una astuta y eficaz manipulación de la letra muerta
de las sagradas escrituras, de cuyos lineamientos no se puede escapar, so pena
de incurrir en la condenación eterna, y por ende, sufrir los horribles y
espantosos castigos del “infierno”. Y es que claro, estos nuevos “mesias” son
las cabezas visibles de esas tenebrosas y todopoderosas corporaciones
transnacionales de la religión, las cuales obtienen anualmente alrededor de
todo el mundo multimillonarias ganancias, las cuales son verdaderos monopolios
que incluso han restado enorme clientela al catolicismo, gracias a esa
“conexión” directa y privilegiada que tienen con el “Espíritu Santo” y “Nuestro
Señor Jesucristo”, lo que les permite –según ellos- servir de intermediarios
suyos para dispensar la “salvación” a las almas y ovejas descarriadas para que
no vayan a parar de cabeza al horrendo infierno cristiano.
Creer en la
astrología, el tarot, el reiki y todo este tipo de cosas “malditas”, advierten
los fieros ministros de las iglesias evangelicas, adventistas, pentecostales,
bautistas, etc, etc., es estar poseído del demonio y tener garantizado un
boleto de entrada al infierno, pero, paradójicamente, en lo que a ellos atañe, de ningún modo -claro- es sintomático de semejante estado espiritual, las
“santas” conductas en que incurren con demasiada frecuencia estos píos varones:
“Cadena perpetua para pastor evangélico peruano que tuvo 5 hijos con su
propia hija”.
“PASTOR EVANGÉLICO VIOLABA A SU HIJA Y FILMABA LOS ABUSOS”
“El pastor que
abusa de sus fieles”
Estos cuantos casos son
otras tantas evidencias de la “pureza”, “integridad” y “autoridad moral” con la
que muchos de estos “ministros de Dios” conducen su rebaño de feligreses, y de
la confianza y credibilidad que debe otorgarse a sus palabras y opiniones.
Hablando de
credibilidad y autoridad en cuanto a la interpretación de la ‘Palabra de Dios’,
bien distinto al de los “Pastores” de las Iglesias Cristianas protestantes, es
el parecer de personajes bíblicos como el rey Salomón, autor del Eclesiastés, del cual cito textualmente
un pasaje de inconfundible sabor astrológico:
Para todo hay un
tiempo señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos: 2 tiempo de
nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de desarraigar lo que se
haya plantado; 3 tiempo de matar y tiempo de sanar; tiempo de derribar y tiempo
de edificar; 4 tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de plañir y tiempo de
dar saltos; 5 tiempo de desechar piedras y tiempo de reunir piedras; tiempo de
abrazar y tiempo de mantenerse alejado de los abrazos; 6 tiempo de buscar y
tiempo de dar por perdido; tiempo de guardar y tiempo de desechar; 7 tiempo de
rasgar y tiempo de unir cosiendo; tiempo de callar y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar y tiempo de odiar;
tiempo para guerra y tiempo para paz. EclesiastesIII: 1-8.
Al rey sabio (1) también
se le atribuyó en el medioevo la autoría de LAS CLAVÍCULAS DE SALOMÓN, obra cabalística en la que se funden
magia y astrología.
Evidentemente, todo
tiene su tiempo, a cada quien le llega lo suyo –bueno o malo- en el momento y
lugar precisos, lo cual viene señalado por esos relojes del tiempo que son los
astros en el cielo de “arriba”, en sincronicidad con los “astros” en nuestro
cielo interno, macrocosmos y microscosmos en vibrante y perfecta armonía. La
astrología trata de ‘prever’ -ver
con anticipación lo que va a ocurrir-, y a no dudar, y pese al conocimiento aún
imperfecto que se tiene de este saber, ello es muy posible. Conocer por
adelantado lo que eventualmente puede suceder, es tener a mano la oportunidad
de poder implementar una estrategia inteligente para hacer frente a situaciones
y circunstancias difíciles y desafortunadas, o aprovecharlas al máximo y de la
mejor manera si por el contrario son felices y afortunadas. En cualquier caso,
es una ventaja conocer algo de astrología, que ser la víctima pasiva –por
ignorancia- de todo tipo de influencias nocivas de las cuales se desconce su
índole y su acción en un momento dado y cómo protegerse de ellas y
contrarrestarlas, hasta donde ello sea posible.
Saber es poder, y a ello invito a
los lectores. Estamos en una era en que la información y el conocimiento están
abiertos y a disposición de quienes deseen adquirirlos, pero aquí me siento en
la necesidad de hacer una recomendación muy importante, y es que es fundamental
iniciarse por el camino correcto y dar muy firme los primeros pasos, pues es
bien fácil adentrarse por caminos difíciles y equivocados que nos pueden
extraviar y hacer tropezar, invertiendo más tiempo del necesario en el
aprendizaje y de forma más tortuosa.
Quienes habitualmente
me leen saben muy bien que priorizo la simplicidad y la claridad en el uso del
vocabulario astrológico, sin por ello menoscabar su valor esencial. Considero
que el excesivo e innecesario barroquismo en el manejo y exposición de las bases
teóricas y técnicas, y las complejas matematizaciones e intelectualizaciones abstrusas del
lenguaje astrológico, alejan, más que atraen a la gente del común que le gusta
o siente interés por este tipo de conocimiento. Termino estas breves
reflexiones con otro lugar común de mis artículos: la astrología funciona, pero
ante todo, compruébelo en su propia vida!.
Volviendo sobre el
pasaje del Eclesiástes citado, qué
duda cabe que todo tiene su tiempo…tiempo
de amar, de casarse, y de tener
hijos también…
Nuevamente un
acontecimiento de mi vida personal lo ilustrará de manera bastante clara. Se
trata de la fecha de mi matrimonio, el 12/4/1981, 12:50 despues del meridiano.
No sobra aclarar que
la boda se realizó en una fecha regida por el signo de Aries (12 de abril), así que solo hay que enfocar el lente
astrológico en este signo, escenario simbólico del suceso, pues allí vemos pasando, por “coincidencia” nada más, en
doble conjunción en medio del tránsito de Venus (señora de VII) y de Marte (regente del Asc.), al Sol, dueño del MC, ángulo de la carta relacionado con
la posición, el status y los acontecimientos de gran proyección social, como un
matrimonio, por ejemplo; Helios viene de Cáncer (mi signo) y de la 9ª
domificación, que tiene que ver con
templos y ceremonias religiosas (me casé por lo católico en una iglesia de
pueblo), y forma un sextil partil a Venus Rx (amor), regente de VII (relaciones de pareja) alojada en VIII, cambios (dulces, felices y
amorosos cambios...). Podemos interpretar la influencia de esa triple conjunción Marte/Sol/Venus
en Aries (signo cardinal y de fuego)
diciendo que, Yo (Sol) tomaba en ese entonces la iniciativa y la decisión (Marte) de forma
conciente y voluntaria (Sol) de iniciar una relación de pareja (Venus regente
de VII) a través del matrimonio.
Pero también transita Aries Mercurio (regente de Virgo, signo de mi esposa!), que domina en XI (grupos),
y viene de IX (iglesias, ceremonias
religiosas), y mi esposa y yo nos casamos en compañía de 21 parejas más, como
lo escribí en otro artículo del Blog, además que todos hubimos de firmar luego
el libro (Mercurio) de actas del matrimonio…mercurio y los trámites y papeleos...
Sé muy bien que para
muchos incrédulos de la astrología, incluso para algunos astrólogos, el que
todos estos astros estén transitando Aries
(la dueña de VII, el regente del Asc., el del MC, el de XI), determinados
muy puntualmente al evento por posición, dominación y simbolismo puro, es simple coincidencia. Qué le vamos a hacer…Ese es el
estado de cosas, eso es lo que hay, como dice Orissa Mizar.
Concluyamos con otro
detalle paradigmático. Ya dijimos en otro lugar que Urano transitaba la Casa I en conjunción muy cerrada a la Luna
Rx, al tiempo que ésta simultáneamente estuvo haciendo su paso ese día por el MC de cuerpo sobre Urano Rx conjunto al
meridiano superior, Casa IX. Urano
domina la cúspide de IV (familia), y
la Luna ya sabemos la relación que guarda con la concepción y la maternidad,
aquí sólo agregar entonces que 9 meses después el nuevo hogar contaba con la presencia de un miembro más, mi hija
(Luna!) mayor, Erika Adriana, nacida el 20/1/1982, y de signo Acuario (Urano)…¿es real
la astrología? ¿¿..??....
(1) La ‘Sabiduría’ de Salomón, nada tiene que
ver con lo que se entiende convencionalmente por ‘conocimiento’ o erudicción.
La ‘sabiduría’ que poseía Salomón era la cabalística Chomah, una verdadera
fuerza y poder, que convierte en omnisciente, en SABIO, a quien ha desarrollado en sí y educido semejante poder
cósmico.
CHOMAH
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