Valor Terapéutico de LA SALIVA¡¡¡
Por Alan de los Mares
Desde Bogotá Colombia
"Si la saliva fuera agua, a los 20 años ya no nos quedarían dientes, estarían disueltos", dice Frank Oppenheim, presidente del departamento de Periodontología y biología oral de la Universidad de Boston.
Las ratas (cuyas glándulas fueron previamente destruidas por radiación) no desarrollaron nuevas glándulas. Lo que se hizo en cambio fue hacer que tejidos que normalmente no exudan líquido, pasaran genéticamente a producirlo.
Desde Bogotá Colombia
Todos
conocemos la costumbre de algunos animales, entre ellos perros y
gatos, de lamerse. Digo mala costumbre, como si se tratase de un mal
hábito adquirido por estos hermanos menores en la escala evolutiva;
pero lo que quizá no sabemos, o a lo mejor sí, pero de manera no
muy clara, es porqué lo hacen. No se trata de una costumbre, digo,
sino de un procedimiento terapeútico realizado de forma instintiva
en ellos a instancias de la siempre omnipresente inteligencia
universal actuando continuamente en la naturaleza. Que la saliva
tiene virtudes curativas, era un fenómeno conocido ya en la
antigüedad por médicos como Galeno, Plinio, Celso, Hipócrates,
Paracelso, para citar a unos cuantos bien notables e ilustres.
Tácito
menciona en su obra Historiae
(IV 81.1-2)
como el emperador
Tito Flavio Vespaciano cura con su saliva a un ciego, un episodio
evocador del pasaje evangélico de Marcos VII, 31-37:
“31
Volviendo a salir de la región de Tiro, vino por Sidón al mar de
Galilea, pasando por la región de Decápolis. 33 Y tomándole aparte
de la gente, metió los dedos en las orejas de él, y escupiendo,
tocó su lengua; 34 y levantando los ojos al cielo, gimió, y le
dijo: Efata, es decir: Sé abierto. 35 Al momento fueron abiertos sus
oídos, y se desató la ligadura de su lengua, y hablaba bien. 36 Y
les mandó que no lo dijesen a nadie; pero cuanto más les mandaba,
tanto más y más lo divulgaban. 37 Y en gran manera se maravillaban,
diciendo: bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oír, y a los
mudos hablar.
Tito Flavio |
Tambien
tenemos el episodio de Juan IX, 1-7: A su paso, Jesús vio a un
hombre que era ciego de nacimiento. 2 Y sus discípulos le
preguntaron:
—Rabí,
para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus
padres?
3
—Ni él pecó, ni sus padres —respondió Jesús—, sino que esto
sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida. 4
Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me
envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar. 5 Mientras esté
yo en el mundo, luz soy del mundo.
6
Dicho esto, escupió en el suelo, hizo barro con la saliva y se lo
untó en los ojos al ciego, diciéndole:
7
—Ve y lávate en el estanque de Siloé (que significa: Enviado).
El
ciego fue y se lavó, y al volver ya veía.
Según
se comienza a reconocer por la medicina moderna, la saliva contiene
anticuerpos y sustancias con propiedades antimicrobianas como
tiocinato, nitrato y lisozima, lo que explica además porqué lamer
una herida, por ejemplo, acelera el proceso de cicatrización. El
hombre primitivo utilizó este recurso farmacológico curativo a
imitación de los animales, pero si funcionó en el pasado, con igual
eficacia podría hacerlo ahora!!.
Transcribo
a continuación sobre el tema una nota publicada por el Clarin.com
:
“Descubren
cómo la saliva protege al organismo
Los
científicos comprobaron que posee proteínas antimicrobianas.
También ayuda a la cicatrización de heridas y hasta permite
detectar si una persona está estresada. Están desarrollando salivas
artificiales.
LOS
ANGELES TIMES ESPECIAL PARA CLARIN
La
saliva —un líquido banal que sirve para reírse, besarse,
babearse, para algunas groserías de patio de escuela— está siendo
reivindicada por la ciencia. Según un nuevo estudio del Instituto
Nacional de Investigaciones Dentales y Craneofaciales de los Estados
Unidos, esta sustancia lleva a cabo muchas funciones e incluso muy
pronto se la utilizará para tratar problemas de salud.
Este
trabajo reveló que la saliva (una persona produce aproximadamente un
litro y medio por día) es mucho más que agua: es muy rica en
proteínas que sirven para controlar y filtrar la legión de
microbios que entran por una boca. Además, impide que los dientes se
disuelvan y ayuda a cicatrizar las heridas.
Pero
una de las propiedades casi desconocidas, hasta ahora, de la saliva
es su valor predictivo. A través de las hormonas que contiene y de
otras sustancias químicas que alberga, se puede conocer si la
persona fuma, está estresada o, en el caso de una mujer, cuál será
su día de ovulación (ver...Una sustancia).
Curiosamente,
el equipo de científicos que investiga desde hace una década las
propiedades de la saliva —y que graciosamente se autodenomina
"ejército de salivación"— descubrió muchas de estas
cosas por la negativa: extrajeron las glándulas salivales a ratas de
laboratorio y comprobaron que, en un mundo sin saliva, es imposible
comer, tragar, morder y hasta la lengua se adhiere a la boca.
Para
los humanos, esta sequedad bucal también es un problema. En los
Estados Unidos, 25 millones de personas padecen del sindrome de la
boca seca, como efecto secundario del uso de más de 400 medicamentos
que se toman para la depresión, la presión arterial alta y otras
dolencias.
Contra
esto, el director del grupo, el doctor Lawrence Tabak explicó que
están investigando dos alternativas:
Crear
saliva artificial. Que, dicen, tendrá propiedades antimicrobianas,
para combatir gérmenes.
Reparar
glándulas salivales mediante la terapia genética. Y construir una
glándula artificial para implantar en la boca.
La
ciencia de la saliva es nueva en la historia de la medicina, cuenta
Irwin Mandel, profesor emérito de la Universidad de Columbia y uno
de los pioneros en estas investigaciones. Siglos atrás, los médicos
pensaban que las glándulas salivales eran órganos excretores
secundarios que liberaban al cuerpo de las toxinas y de los malos
espíritus del cerebro. Por eso, solían dar a los pacientes dosis de
bicloruro de mercurio para que brotara saliva de sus bocas.
Los
científicos empezaron a tomar en serio a la saliva cuando ya habían
estudiado otras sustancias líquidas corporales. "Es que la
saliva no tiene el dramatismo de la sangre, ni la integridad del
sudor, ni la emoción de las lágrimas", dice Mandel.
Pero
a partir de los años 50, Mandel y un grupo de expertos establecieron
que la saliva humana está llena de cientos de sustancias químicas
útiles que flotan alrededor de millones de bacterias, virus,
levaduras y células dérmicas.
Existen
proteínas pegajosas y flexibles, las mucinas, que contienen hidratos
de carbono, lo que da a la saliva la viscosidad para que recubra los
dientes y las encías, según comprobó Paul Denny, biólogo
molecular experto en saliva de la Universidad de California en San
Francisco.
Algunas
proteínas salivales también neutralizan la acción de virus como el
VIH. Otras mantienen la saliva cargada de calcio y fósforo, lo que
forma el esmalte para que esos minerales no se disuelvan en los
dientes.
"Si la saliva fuera agua, a los 20 años ya no nos quedarían dientes, estarían disueltos", dice Frank Oppenheim, presidente del departamento de Periodontología y biología oral de la Universidad de Boston.
Algunas
de estas sustancias útiles para la defensa del organismo fueron
estudiadas en ensayos pequeños, como las histatinas, que inhiben el
desarrollo de levaduras y bacterias. Teniendo en mente estos dos
avances, científicos holandeses están probando en este momento
salivas artificiales combinadas con proteínas para combatir
microbios. Estas salivas contienen gomas sintéticas o mucinas
tomadas del estómago del cerdo, que son apreciadas por su calidad
resbaladiza.
"Pero
es muy difícil crear algo parecido a una sustancia líquida refinada
a través de millones de años de evolución", dice Arie van
Nieuw Amerongen, del Centro Académico de Odontología de Amsterdam.
Las mucinas de cerdo, por ejemplo, son suficientemente pegajosas pero
no lo bastante elásticas para funcionar bien en una boca humana.
"No
obstante, hasta ahora, sólo las ratas vieron curadas sus bocas
secas", dice Bruce Baum, jefe de Terapia Genética y de la rama
terapéutica del Instituto Nacional de Investigaciones Dentales.
Las ratas (cuyas glándulas fueron previamente destruidas por radiación) no desarrollaron nuevas glándulas. Lo que se hizo en cambio fue hacer que tejidos que normalmente no exudan líquido, pasaran genéticamente a producirlo.
Según
Tabak, las posibilidades de estas salivas o glándulas sintéticas
son enormes. Tal vez algún día los científicos encuentren una
célula primordial de la glándula salival y construyan glándulas
nuevas desde cero que puedan ser implantadas. El experto imagina:
"tal vez, todas esas hormonas que flotan en la saliva permitan
que los ingenieros construyan pequeños dispositivos sensibles que,
instalados en nuestra boca, controlen constantemente nuestra salud y
nos llamen la atención si encendemos un cigarrillo, bebemos de más
o besamos una boca peligrosa".
¿Verdad
o mentira?, a cada quien le corresponde investigarlo por su propia
cuenta-que bien vale la pena hacerlo!-, para lo cual, por supuesto,
sólo hay un único requisito sine qua non: una salud e higiene bucal
a toda prueba….
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