LA LUNA Y LOS SUEÑOS DEL FACEBOOK
Por Alan de Los Mares
Desde Bogotá Colombia
Morfeo,
en la mitología griega, era hijo de Nix, la noche, y de Hipnos,
dios del sueño, siendo una encarnación de éste, y hermano de
Tanatos, la muerte. Ciertamente, el sueño es una muerte temporal, y
caer en brazos de Morfeo, es decir, dormir, soñar, es entrar en el
misterioso territorio del inconsciente, desde donde Morfeo (de
morphê, forma), como artífice, reproduce en imágenes simbólicas
todos los contenidos que yacen allí sepultados, escondidos y
olvidados. Carl G. Jung no fue ajeno al estudio y uso de la
astrología para comprender el mecanismo de expresión, a través de
los símbolos arquetípicos, de este vasto océano subliminal. Jung
se convirtió en conejillo de indias en la investigación de su
propio universo interior mediante el análisis de sus propios sueños,
los cuales vió como una proyección del inconsciente colectivo,
cuyos símbolos y arquetipos se pueden descubrir estudiando las
diversas religiones, mitologías, el esoterismo, el arte, la
psiquiatría, la alquimia.
Al
margen de las indagaciones sicoanalíticas de Jung, los sueños
siempre han sido una gran preocupación del ser humano, empeñado en
aprehender su significado. Sean proyecciones del inconsciente,
mensajes provenientes de los planos superiores, revelaciones divinas
o demoníacas, desentrañar o interpretar su contenido es de suma
importancia.
En
días pasados, más exactamente el 22 de agosto, en un comentario a
algo que publiqué en el muro de FACE, decía Orissa Mizar lo
siguiente:
“Hola
Alan, tuve un sueño 02:55 ahorita, una revelación o recuerdo,
cuando yo estaba pequeña se quemó un cuarto en mi casa y mi mamá
culpó a mi hermano, pero vi como se quemó y era por un liquido
inflamable que venden aquí para las pocetas, vi como se empezó a
quemar y yo me quemé y no podía hablar y le hacia señas a mi mamá
de buscar arena y apagar el fuego y yo buscaba y apagaba que
desesperación fue tan real”.
Continuaba
Orissa: “Sí, Alan De Los Mares, en realidad hay una conexión con
la realidad, puesto que sucedió en efecto, pero nunca supe cómo.
Eso estaba enterrado en mi memoria.yo ese día no estaba en mi
casa... ni me acuerdo donde estaba era muy pequeña. pero el caso es
que en el sueño veo una pequeña luz reflejada debajo de la puerta y
cuando la abro era ese cuarto de mi casa materna que se quemó y veo
que se esta comenzando a quemar por un liquido inflamable que se regó
y cayó en otras cosas de madera y plástico y de ahí comenzó”.
Ver:
Destacan
claramente en el sueño de Orissa los símbolos lunares: casa, madre,
líquidos, memoria; el mismo se produjo durante una siesta, luego de
haber almorzado (la Luna rige los hábitos y la alimentación).
“gracias
a Dios no comí carne porque sino en el sueño me muero calcinada”,
acota ella. En realidad, el sueño de Orissa hace relación a un
incidente ocurrido cuando era niña (la Luna rige la infancia) y que
permaneció “enterrado
en mi memoria (Luna)”,
aclara nuestra estimada amiga. Veamos entonces su carta natal y el
cielo del momento en que se produjo el estado onírico.
Precisamente,
nos encontramos a la Luna (22°51’ de Piscis) transitando en
conjunción a Lilith y Vesta radicales, en igual aspecto mutuo
(exacto, 25°08’, y 25°00, respectivamente). Piscis rige el sueño
y el inconsciente, y es análogo a la Casa XII (el descanso, el
reposo, el dormir), y de esa mansión viene jústamente la luminaria
nocturna. Señora de la noche, también se asocia a los ensueños, la
fantasía y la imaginación; en Piscis genera una mayor reacción
emocional a experimentar estos estados alterados de conciencia, como
el sueño; también una más sutil sensibilidad para percibir las
imágenes guardadas, sepultadas, en el inconsciente como recuerdos
(Luna), sobre todo las relacionadas con los simbolos lunares, (madre,
hogar, vivienda, líquidos, etc), siendo la condición onírica ideal
para ello.
Ahora
bien, Lilith, en un sentido, encierra lo inaceptado, lo reprimido, lo
que está relegado en el inconsciente, pero que busca liberarse, y al
ser tocada por la Luna induce a que emerjan esas oscuras, negativas y
traumáticas (Luna Negra) experiencias emocionales de su niñez (la
Luna rige la infancia) relacionadas con su madre, su hogar y vivienda
(Luna). Lilith en otro aspecto, es Hécate, conocida como Anassa
eneroi: Reina de los fantasmas, de los muertos, y en el sueño
aparece la figura de su madre ya fallecida…
Pero
igualmente, la Luna transitante está en conjunción con Vesta Rx.
Vesta, el fuego sagrado del hogar…
Fuego…incendio…Casa.
Perfectamente claro desde lo astrológico el simbolismo del sueño de
Orissa.Tal vez ella necesita eliminar, purgar, a través de la LUZ de
la comprensión, que ella como gran sacerdotisa (Luna Negra) del
Fuego sagrado (Vesta) sabe muy bien ritualizar, esos malos recuerdos
(Luna) de su niñez (Luna); cortar con esos cordones umbilicales que
la atan a esas situaciones de sufrimiento y dolor del pasado.
En
el contexto de todo lo anterior, bien vale la pena transcribir qué
dicen astrólogos medievales como Aly Ben Ragel, quien en su obra EL
LIBRO CONPLIDO DE LOS IUDIZIOS DE LAS ESTRELLAS (Cap. XII Y XIII)
escribe sobre el tema:
“Digo
que las visiones se parten en tres partes, la una es la visión que
viene de Dios alto. La segunda es la visión que viene del poder de
los planetas. La tercera es la visión que viene por los humores del
cuerpo. Mas la que viene de Dios alto, es la que es por las oraciones
y obediencias, y es a manera de profecía y es gloria de Dios que
viene sobre los hombres que el escoge. Y la segunda, que viene del
poder de los planetas, son las muchas ilusiones que ven todos los
hombres, y sus significaciones son (están) en sus nacimientos o en
el ascendente del engendramiento. Esto es cuando la esperma sale (…)
y sabed que las visiones que son por poder de los planetas son de dos
maneras, o serán sueños vanos o serán sueños verdaderos que
significan y demuestran todo lo que ha de suceder y los vanos son los
que vienen de fuerzas flacas de las fuerzas (energías) de los
planetas y son los que no llegan a los poderes verdaderos de los
planetas de modo que llegue al hombre cosa verdadera, mas son
visiones de imaginaciones en la memoria (…)”. Ben Ragel trata
aquí un asunto bien interesante, y es que el planeta presente en el
Ascendente al momento de soñar se corresponde con las imágenes que
aparecen en el sueño:
“Si
hallares a Saturno en el ascendente, dile que vió en sus sueños
muertos y diablos, cosas sucias, espantadizas y medrosas.Y Si
hallares a Júpiter en aquel ascendente, dile que vió hombres de
religión, asi como frailes y hermitaños, oratorios y hombres nobles
de buen derecho”. “Y
si hallares la Luna en aquel ascendente dile que vió ríos o agua, y
aliofar y otras piedras, o comer o beber, o que vió a su madre , o
su tía, hermana de su madre”.
Aunque Ben Ragel lo refiere al
ascendente del momento en que ocurra el sueño, no deja de ser
notable esta analogía y coincidencia con el caso de Orissa, lo que
no puede achacarse a la “casualidad”, porque ésta en astrología
no existe.
Como
ya se dijo el movimiento celeste de la Luna se realiza en el ángulo
del Asc. (Piscis) de Orissa, pero la I es la IV de la X, valga decir,
la casa del la mamá, conato de incendio real que ocurrió en la
vivienda de la madre de Orissa, olvidado y enterrado en la memoria, y
vuelto a traer a la superficie merced a ese tránsito de la luminaria
en el siempre misterioso y mágico Piscis…
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