EL DÍA DE LOS DIFUNTOS Y MERCURIO EN ESCORPIO
Seguimos con la presencia del inquieto y volátil Mercurio en Escorpio (en su propio término y en decanato pisciano), en trígono precisamente con Neptuno en su domicilio de Piscis.
Hermes, al igual que su homólogo egipcio (Thoth), era mensajero entre los tres mundos: el de los mortales, el de los muertos y el de los dioses, y así como conducía las almas de este mundo al otro, descendiendo a esa mitológica morada del hades simbolizada por Escorpio, igualmente podemos subir en alas suyas al olimpo de la sabiduría jupiteriana (esos otros planos invisibles y elevados de consciencia) para bajar información y conocimientos de contenido místico y espiritual proveniente de ese invisible reino, aprovechando esa armónica relación cooperadora que ahora forma con Neptuno, conocimiento que nos facilite comprender los secretos y misterios de las poderosas energías y riquezas ocultas simbolizadas por el hades escorpiano, como el petróleo (ese ígneo ‘aceite’escondido en nuestra SACRA caverna interior), y que son las que obran el prodigio de la regeneración y transformación en todo sentido del ser humano; por lo tanto, ahora es el momento propicio para investigar, estudiar y entender en profundidad –si no racionalmente, por intucion- esa clase de enseñanzas esotéricas, pues en este momento del tiempo astrológico se puede estar más sensiblemente receptivo para conectar la mente (más sutil e inspirada por su relación con Neptuno), con el inconsciente colectivo, fuente de la sabiduría y experiencia acumulada de la raza, para asimismo extraer este tipo de conocimiento e información de ese vasto, profundo e invisible océano –patrimonio común de toda la humanidad-, bien sea mediante la meditación, la reflexión, la oración o la experiencia onírica, siempre y cuando programemos la mente en ese sentido cuando nos acostemos a dormir, que tal vez Morfeo nos transmita luego los mensajes de los ‘dioses’ (internos) mediante el lenguaje de los símbolos y las formas arquetípicas, siempre presentes en los sueños…
La palabra tambien puede ser en este momento una gran herramienta para producir un cambio de calidad en lo que se piensa y se siente, tomando como punto de partida para ese trabajo interior temas tan importantes para nuestra evolución personal como los misterios y secretos de la vida y la muerte, desde la perspectiva de la mística y la espiritualidad, usando el poder de la sugestión para implantar en la mente y espíritu ideas y pensamientos nobles, sublimes e inspirados; Así se puede –con tenacidad- lograr una sutil transformación estética de nuestra arquitectura mental y emocional, que si se es constante y sincero en la práctica, luego se reflejara mágicamente en la vida.
Se dirá que un tránsito de Mercurio es tan breve y rápido para producir una influencia fuerte y perdurable. Me imagino que esa opinión debe ser fruto de la falta de observación, pero sobre todo, de la falta de fe en la astrología, porque como bien lo dice C.G.Jung –para traerlo a colación ya que mencionamos el inconsciente colectivo-, “tenemos las cualidades del año y de la temporada de la que nacemos.”, y esa cualidad del tiempo deja su impronta imborrable y persistente…
El quid está en aprender a ser concientes de las influencias que en un momento determinado están activas y saber dirigirlas inteligente y racionalmente, antes que ellas nos dominen y dirijan negativamente a nosotros. En eso radica la utilidad principal de la astrología.
Hoy es el día de los muertos, y retomando lo que decía al comienzo, Mercurio (significador natural de la mente, la razón, el intelecto) llevaba los muertos al Hades, pero una forma figurada de estar bien muerto es la ignorancia, la falta de conocimiento, con más certeza aún, cuando no se quiere aprender. Quien estudia aprende, quien aprende comprende, quien comprende SABE, y saber es PODER, una buena definición para un Mercurio en Escorpio.Si nos rehusamos al conocimiento, no queda más remedio que repetir con Cristo, “dejad que los muertos entierren a sus Muertos”…
Aprovechemos las oportunidades que se nos presentan, porque como tambien dijo Jung, “vivimos en lo que los griegos llamaban el tiempo correcto para una “metamorfósis de los dioses” (…)”, símbolos de esos arquetipos que guían nuestras pautas de comportamiento, y a eso nos invita ese tránsito de Mercurio en Escorpio en trígono a Neptuno en Piscis, a adquirir ese conocimiento esoterico espiritual, que correctamente comprendido, asimilado y aplicado, nos produzca esa metamorfosis, esa regeneración que nos haga renacer, como el ave fénix de las cenizas, del polvo, conforme a la etimología de la palabra. Del polvo… un vocablo de uso obsceno en el lenguaje vulgar, pero que encierra una clave importante para aprehender de qué se trata ese tipo de renacimiento simbolizado por la mítica y fabulosa ave…
Bogotá Colombia
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