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EL SIGNO ESCORPIÓN Y LUIS XI


SimbolismoSimboliza en la Naturaleza el toque de muertos de la vegetación, la caída y descomposición de las hojas,expresión de la. destrucción de los valores objetivos y de las formas exteriores en favor de un proceso de fermentación, de putrefacción, de disgregación. Este signo de Agua-Fijo es tanto el del agua inmóvil, fétida de los pantanos, como el del agua viva o la lava volcánica. En oposición a Tauro que corresponde a los valores captadores y adquisitivos de la boca, es el del ano, que corresponde psicoanalíticamente a los valores de excreción: deyección, expulsión, liquidación, restitución; transforma, destruye, corrompe, recompone ... Pero, aunque corresponde al ano con su carga de pulsiones agresivas, corresponde también al sexo con su poder creador y fecundante. Este signo se encuentra bajo la tutela de Marte y de Plutón, el "príncipe de las tinieblas", símbolo de las profundidades y tinieblas de nuestra noche original, sobre todo de nuestras regiones infernales.

Psicología: Esta naturaleza de temperamento bilioso se encuentra minada por un fuego interior, animada a nivel de las entrañas por la exasperación de pulsiones violentas. Este "diablo en el cuerpo" expresa una angustia de vivir, una sed de "ser-más", más que de "bien-estar'',* que busca sus afinidades en las tormentas y convulsiones de la vida. Dos grandes instintos se enfrentan en una ambivalencia intensificadora: la agresividad y el erotismo; danza endiablada de lo sublime y de lo abyecto, del cielo y el infierno, del realismo brutal y del idealismo místico, del apego y el desprendimiento, del amor y del idealismo místico, del apego y el desprendimiento, del amor y la muerte. El instinto sexual se prolonga bajo el aspecto creador: don de producir, de fecundar, de realizar en un arranque irresistible; el poder del ser es o procede del sexo y a través de este poder sexual, natural, desplazado y sublimado, a través de la integración del erotismo, animal o espiritualizado, encuentra su razón de ser. Si existe disonancia, el ser se encuentra inquieto, atormentado; su alquimia interior destila los venenos de los estados mórbidos: sentimientos de absurdo, de la nada, ideas de muerte, disgusto de vivir, angustia, sadomasoquismo, culpabilidad, autocastigo, fobia, neurosis obsesiva ...

Dialéctica: En este tipo, la impulsión domina habitualmente sobre la inhibición pero, a consecuencia de una dominante planetaria particular (saturnina y algunas veces uraniana), esta relación se invierte, como el complejo anal mismo, inversión que hace del tipo Escorpión un tipo Virgo. Mas, a menudo, existe una alternancia o coexistencia de la impulsión y la inhibición correspondiente a un tipo ambivalente.

a) Complejo anal relajado: Naturaleza individualista, rebelde, indisciplinada, reacia a toda obligación, refractaria a las costumbres sociales, dejándose llevar por sus instintos, capaz de disipación, de intemperancia, de desorden, de irritabilidad, de odio, de venganza, de destrucción, de sadismo o perversidad. "Todo un carácter", una fuerza de voluntad apasionada, obstinada, autoritaria, dura; poder de creación.

b) Complejo anal reprimido: Naturaleza contenida, disciplinada, sobria, ordenada, puntual, toda conciencia, moralidad,  respetabilidad, apegada a las reglas, a los principios, a veces hasta la manía o hasta el formalismo; más crítico que creador, trabajador, "estreñido", más inclinado a la neurosis
que a la perversidad.

c) El ambivalente: Posee aspectos de ambas naturalezas opuestas, lo que puede traducirse en fórmulas distintas en cada caso (ver el ambivalente Virgo): limpieza física y suciedad moral o a la inversa, vida burguesa y opiniones revolucionarias, amanerado y desaliñado, sumiso y gruñón, formalista irritable, ordenado y desordenado, mojigato e hipócrita, crítico
y creador, idealista y rastrero, neurótico y perverso.

Destino: Disfruta (cuando no es un tipo inhibido) allí donde exista un peligro, un escándalo, una pesadilla, una destrucción ... Su vida es una lucha perpetua que le agrada, una guerra o un drama fomentado y vuelto a fomentar apenas resuelto. Puede poseer una ambición ilimitada, una necesidad de poder que tiende a lo absoluto y se erige, a menudo, en máquina de guerra. Su expansión es un torbellino que engendra un cierto desorden a su paso. La rebelión, la muerte, el misterio, el sexo, el dinero o el sadismo he aquí uno de los temas o el conjunto de temas que perfilan su vida.


Luis XI es bastante representativo de Escorpio, siendo éste su Ascendente. Ya Delfín es un gran rebelde; a los dieciocho años, es un joven de mucho cuidado, indisciplinado, impaciente, ambicioso y duro. Cuando estalla la Praguería (sublevación de los grandes señores feudales) se encuentra entre las filas de los rebeldes, colocando incluso los descontentos al Delfín a su cabeza. Es un enfrentamiento abierto el que se abre entre el padre, Carlos VII, y el hijo. Ante el perdón del rey, el hijo rebelde reacciona con resistencia tenaz e impertinentes respuestas: "El rey se gobierna lo peor posible, pero yo tengo intención de meterlo en orden". La lucha estará salpicada de episodios diversos: bofetada a Inés Sorel, intrigas, complots, conspiraciones ... motivan el envío del Delfín a su Delfinado como medida disciplinaria y a continuación su destierro del reino bajo la amenaza de ser desheredado en beneficio de su hermano. 

Debido a que este tipo zodiacal no teme, en absoluto, el hacerse antipático, los enemigos de Luis XI han logrado forjar la leyenda de un negro Escorpio bribón, cruel y sádico (las jaulas de hierro, las mazmorras). Luis XI fue simplemente un rey de carácter que, tras haber tomado partido por los señores feudales en rebelión, mostró la misma fiereza en destruirlos ( y nada de perdón para los traidores!); y gracias a esta lucha de justiciero implacable dio a Francia un Estado fuerte. Puede señalarse la presencia del Ascendente y de Júpiter en Luis XIV y Napoleón: el mismo carácter fuerte, la misma fuerza de voluntad, el mismo impulso creador irresistibles. En cuanto a Luis XVIII, aunque su dominante Júpiter-Luna-Venus amortigüa grandemente la agresividad de su Sol-Escorpión, acordémonos que sufre la tentación de la sedición cuando no era más que Conde de Provenza. Enciclopedista de pensamiento, este librepensador flirteó con la oposición para casi convertirse, en un momento dado, en el príncipe del partido de los filósofos, aspirando al rejuvenecimiento del Estado monárquico. Pero, durante la Revolución, se sintió solidario del rey, su hermano, y se preocupó de salvar el trono al mismo tiempo que la legitimidad (Júpiter). A partir de entonces, se impondrá, a sí mismo, un objetivo que alcanzará tras un obstinado combate de Escorpio: la reconquista del remo.

Dice Barbault:
“Luis XI fue simplemente un rey de carácter que, tras haber tomado partido por los señores feudales en rebelión, mostró la misma fiereza en destruirlos  ( y nada de perdón para los traidores!); y gracias a esta lucha de justiciero (subrayo) implacable dio a Francia un Estado fuerte”.


El Asc Escorpio da cuenta de ese carácter fuerte, y al título de justiciero implacable que le otorga Barbault, y que le dio a Francia un estado fuerte hace honor ese Júpiter  dominante (la justicia) en conjunción al MC (el Estado) en Virgo, signo rigorista, de disciplina, orden, sistematización y perfeccionamiento.
Alan de Los Mares 
Bogotá Colombia