FIESTA VENUSINA EN EL OLIMPO
Por Alan de Los Mares
Desde Bogotá Colombia
Venus estaba organizando una fiesta muy
elegante, refinada y lujosa, con la asistencia de grandes joyeros, gentes del
mundo de la confección y el modelaje, artistas plásticos, cantantes, reinas de belleza y todo el cuerpo
diplomático en pleno. Prometía ser una muy amena y agradable reunión, un evento
social por todo lo alto, como se dice, amenizado por varias orquestas, que
interpretarían la música más bella y exquisita, ya que la fiesta se iba a celebrar en
la casa de Piscis (melómano por excelencia) donde ella se alojaba en ese momento. Con su encanto,
poder de seducción y habilidad de relacionista pública la presencia de sus
invitados estaba más que asegurada; al elaborar la lista de éstos,
lógicamente pensó en sus amigos y colegas planetarios. No obstante el tiempo
que gastó doña Venus organizando el magno acontecimiento social, éste fue un
fracaso total. Saturno, un viejo huraño y amargado, le agradeció fría y
secamente la invitación, manifestándole que a él le gustaba la soledad, y que
además era un tipo muy serio y maduro y ya estaba muy viejo para esa clase de cosas
tan frívolas y superficiales, además que era muy lento y demorado y quizás no llegaría
a tiempo; Plutón, con su don de la invisibilidad, de aparecer y desaparecer, no
pudo ser localizado. Lo último que supo Venus de él es que se encontraba
organizando en la clandestinidad guarimbas terroristas en un país llamado
Venezuela, desapareciendo los alimentos y poniendo su poder de destrucción al
servicio de los más ricos de ese rincón del planeta; Júpiter se excusó también
de ir y le explicó a Venus que ahora se hallaba en una región llamada Cáncer,
dedicado única y exclusivamente a los asuntos del hogar y la familia, en los
cuales se ocupaba con mucha buena fortuna, dispensando bienestar y prosperidad, y también, que por ser muy
religioso y creyente, pensaba no ser muy conveniente su presencia en un evento tan mundano
como un Party (lo dijo así, enseñando sus dotes de políglota), sobre todo
después de asistir a la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II; Neptuno,
obviamente era huésped de la reunión junto con Venus (el ágape era en su casa),
pero estaba tan elevado, tan en las nubes, ensimismado en sus ilusiones y
quimeras, que casi ni le prestó atención cuando le habló del asunto; “dejémoslo
en sus fantasías y sueños”, Pensó Venus, “Además, es mejor mantenerlo alejado del
peligro, con esa propensión que tiene a los vicios, a los cuales puede darle
rienda suelta aquí, y capaz que en una de sus borracheras o una ’traba’ me
disuelve en un santiamén el Party, como llamó a mi fiesta Júpiter”, razonó con
mucho tino y equilibrio; Urano, que andaba muy impulsivo, acelerado
y eléctrico en Aries, promoviendo rebeliones, le mandó un correo electrónico
explicándole que tal vez sí iría, pero que era una persona muy exótica y
diferente a las demás, dado a las sorpresas y lo inesperado, con un
comportamiento raro, aparte que últimamente estaba muy ocupado en las redes sociales colaborando con
cierto gobierno en el espionaje por internet, así que no le garantizaba nada; No
quiso invitar Venus a la luna, pues según ella se presentaría con una multitud
de gente, y así los costos se elevarían muchísimo.
Finalmente, sólo quedaba disponible Marte, que
por estar retenido en Libra, y a la entera disposición de Venus, se mostró muy
dinámico y entusiasmado en engalanar con su masculina presencia la que prometía
ser un hermosa velada. En efecto, se presentó allí vestido con impecable uniforme
militar color rojo, entrando con paso marcial y actitud desafiante. Alguno de
los presentes hizo un comentario muy disimulado, diciendo que aquello era un
convite, no una fiesta de disfraces o un carnaval, palabras que alcanzaron a
ser escuchadas por Marte, que montó en cólera en el acto, sacando rápida e
impulsivamente su espada; los pormenores del gran zafarrancho que armó se
encargó de divulgarlo Mercurio el chismoso, quien fue acreditado por Venus como
periodista, contabilizándose un gran número de muertos y heridos, según él, Dice
Mercurio (¿será verdad o mentira?), que cuando terminó la gresca, el mismo Marte se
ofreció a someter a cirugía a los heridos, pues además de guerrero, es
cirujano….
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