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LAS MORADAS LUNARES

Las 28 moradas son estables, parten de cero grado de Aries y se superponen de alguna manera a los 12 signos del zodiaco. Ellas son mucho más simples que las casas, como los signos solares son muchos más fáciles de estudiar que las 12 casas del horóscopo.
Este zodiaco lunar tenía en la antigua china un rol mucho más importante aún que el zodiaco solar, puesto que es necesario no perder de vista que el sistema chino es profundamente original y que se formó en la alta antigüedad, alrededor de 25 siglos antes de cristo, independientemente del sistema babilónico (que es el nuestro). Los antiguos chinos ligaron el zodiaco solar con el planeta Júpiter, que completa su recorrido en 12 años, y el zodiaco lunar con Saturno, cuya revolución se cumple en 28 años. Júpiter es más exterior, más material que el astro pálido de Cronos; entonces se puede suponer que el zodiaco lunar es más esotérico y más interior que el zodiaco solar (1).
La astrología hindú que nos parece ser mucho menos original que lo que se pretende generalmente, ya que es una mezcla del sistema babilónico y del sistema chino, considera que en la vida uterina, el individuo se desarrolla alrededor de dos centros de fuerza o chakras, uno de los cuales vital –Pingalá- es el lotus cardiaco de 12 pétalos, una especia de transposición microcósmica del zodiaco solar, mientras que el segundo –Ida, Lunar- no es otro que el centro humano del zodiaco lunar de 28 moradas. Como el Sol y la Luna forman en el plano planetario los dos ojos de Vaivasvata y los dos zodiacos solar y lunar prolongan el mismo principio en el plano zodiacal, -así PingalA e Ida son los centros de las fuerzas del desarrollo del feto humano- futuro microcosmos.
En el antiguo Egipto, el zodiaco lunar estaba simbolizado por Osiris que habría vencido o, a lo más, reinado por 28 años, cuyo cuerpo estaba despedazado en 28 partes (número de casas de la Luna Creciente o Menguante) y que Tiphon habría comenzado a separar después de la Luna Llena (lo que simboliza la Luna que pierde un trozo de sí misma cada 14 días, que constituyen la segunda mitad del mes lunar).
(1) Subrayemos que la astrología occidental atribuye el nodo ascendente de la órbita lunar a Júpiter y el nodo descendente a Saturno, y esta atribución puede ser puesta en paralelo con esa relación de los zodiacos de la tradición del Extremo Oriente a esos dos planetas.

Alexander Volguine.