LEY DEL KARMA - STEINER

DE RUDOLF STEINER:

“La naturaleza humana se aniquila continuamente, debido a sus instintos y pasiones. Nuestra vida sería una desintegración, un proceso de putrefacción, si nos entregáramos únicamente a nuestros apetitos. Si el hombre quiere realmente protegerse contra ese proceso de putrefacción, tiene que entregarse continuamente a pensamientos puros que tiendan hacia lo espiritual. Había que ennoblecer el pensamiento. Ese rosacruz (se refiere Steiner al rosacruz de la edad media) sabía que, si en alguna encarnación no transmutaba sus pasiones, nacería en la siguiente con determinadas disposiciones patológicas; en cambio, que si las purificaba, reencarnaría en un cuerpo sano.”Hasta aquí Steiner.

Entrega aquí el místico rosacruz una sencilla fórmula de salud y belleza, porque ciertamente si en vez de darle rienda suelta a los instintos y las pasiones disolventes y consuntivos, se cultivaran pensamientos (y sentimientos también) de salud y belleza, convirtiéndolos en un estado de conciencia permanente, esa es la clave para incorporar a la propia naturaleza psicofísica esas condiciones y cualidades, que sin duda se manifestarán con el tiempo en el individuo. 

Tal vez a muchas personas les parezca una injusticia que mujeres (como muchísimas reinas de belleza, por ejemplo) frívolas, vacías y con escasa inteligencia, sean hermosas. La aparente “injusticia” no lo es tal si comprendemos que en la compleja e intrincada urdimbre de causas y efectos (Karma) generadas por un individuo, cada acción produce una consecuencia idéntica, y opera en ese respectivo plano de causación, y con toda seguridad esas tontas niñas se han dedicado en otra vida –u otras- a cultivar ese sentido de la estética y las bellas formas, así sea en detrimento de su inteligencia y facultad razonadora, lo cual genera por supuesto su respectivo karma….